No sabía quién era
Pero apareció en mi lecho de muerte
Al verlo así me conmovió
Aunque yo no le conocía
Sentí que él era diferente
Que no era como yo
Vi su rostro desfigurado completamente
Y la gente que lo acusaba sin parar
Todo se volvió oscuro de repente como si reinara la maldad
Y fue entonces
Cuando captó toda mi atención
En ese momento me dediqué a observarlo
Y pude yo notar que en sus ojos sí radiaban amor
Más profundo que aquel dolor
Que sentíamos los dos
Y me miró
Y yo lo vi
Y comprendí
Que era todo lo que yo necesitaba
No pude creer
Que se fijara en mí
A pesar de su agonía
Quería que me salvara
Y no pude contenerme más
Y grité a viva voz
Acuérdate de mí
Cuando estés allá en tu reino
Acuérdate de mí, oh, Jesús
Necesito que tú seas mi dueño
Acuérdate de mí
Cuando estés allá en tu reino
Acuérdate de mí, oh, Jesús
Necesito que tú seas mi dueño